El sistema de reconocimiento facial de la Registraduría Nacional

La Registraduría administra los datos biométricos de todas las personas mayores de 7 años en Colombia.
La Registraduría, desde los años 90, está en un proceso de convertir la identificación y la autenticación, usando las huellas, en un servicio para diferentes actores públicos y privados con acceso privilegiado para la fuerza pública.
Desde 2018, sin hacerlo público, la Registraduría incluyó la biometría facial en el Sistema Nacional de Identidad.
El sistema de reconocimiento facial costó más de 99 mil millones de pesos.¹
En 2020, la Registraduría contrató una nueva cédula digital y una plataforma de autenticación de identidad (1:1) para terceros.
En 2021, la Registraduría mencionó que la plataforma para terceros incluye servicios de identificación de personas (1:N).
No sabemos quién está usando la plataforma, pero la tendencia del sistema dactilar podría indicar que la fuerza pública tendría accesos privilegiados.

El Sistema Nacional de Identidad (SNI) a cargo de la Registraduría Nacional del Estado Civil ha desplegado tecnologías de reconocimiento facial. Este sistema contiene los datos de todas las personas colombianas mayores de 7 años que han tramitado la Tarjeta de Identidad y la Cédula de Ciudadanía.

Los detalles de la integración del reconocimiento facial en el SNI que explicamos a continuación surgen de la revisión detallada de los contratos, estudios previos y propuestas que se han firmado para la modernización del SNI entre la Registraduría y la multinacional IDEMIA.

El Sistema Nacional de Identificación

La Registraduría Nacional del Estado Civil es la institución que administra dos bases de datos fundamentales para establecer la identidad legal de las personas colombianas. Por un lado, el Sistema Nacional de Registro Civil que contiene todos los datos sobre los eventos vitales de las personas desde la perspectiva del Estado (nacer, casarse, procrear y morir). Por otro lado, administra el Sistema Nacional de Identificación (SNI) que se utiliza para establecer la identidad legal de una persona a través de una característica única.

Desde los años 90, la Registraduría ha contratado con la multinacional IDEMIA la modernización del SNI para incluir las últimas tecnologías disponibles en su portafolio. La idea de esta modernización fue crear condiciones de infraestructura para establecer la identidad de una persona a distancia y por medio de tecnologías digitales. Por eso, desde 2012, la RNEC ofrece una plataforma para que cualquier externo autorizado autentique (verifique que una persona es quien dice ser) la identidad de una persona con sus huellas a cambio de una comisión. Además, la Fiscalía y las fuerzas del Estado tienen acceso al sistema para poder identificar (establecer la identidad de una persona) a través de sus huellas dactilares.¹

Uno de los productos que la RNEC implementó, sin hacer ninguna consulta pública, fue el reconocimiento facial en el SNI. Desde 2018, la RNEC ha introducido las tecnologías que permiten extraer los patrones (una plantilla o “template”) y medidas que hacen único un rostro para poder autenticar la identidad de las personas que están inscritas en el SNI.²

La implementación del reconocimiento facial en el SNI

En 2018, con el Contrato 012 de 2018 con IDEMIA, la Registraduría actualizó los algoritmos de comparación biométrica para incluir la biometría facial integrando el motor Morpho Biometric Search Services que, de acuerdo al vendedor, puede:

realizar búsquedas biométricas incluyendo identificación y autenticación de patrones faciales y dactilares;
procesar imágenes incluyendo funcionalidades de extracción, creación de plantillas y segmentaciones de datos biométricos;
administrar bases de datos incluyendo agregar, actualizar y retirar registros biométricos.³

A pesar de que la Registraduría contaba con el sistema de reconocimiento facial, todavía no tenía las capacidades de computación para procesar todas las solicitudes de un sistema tan grande como el SNI, ni contaba con una plataforma para utilizar el reconocimiento facial fuera de la Registraduría. Por esto, en 2019, con el Contrato 018 de 2019 con IDEMIA, aumentó su capacidad de procesamiento a 100.000 transacciones diarias y creó una aplicación móvil para el trámite de reimpresión de cédulas que podía utilizar el reconocimiento facial para verificar la identidad de la persona que hacía la solicitud.⁴ Con esto, se pudo poner a prueba el sistema de reconocimiento facial y avanzar en el desarrollo del sistema sin comprar toda la tecnología necesaria para modificarlo.

En 2020, la Registraduría contrató por cerca de 42 mil millones de pesos colombianos a IDEMIA para continuar la ampliación de las capacidades de procesamiento y hacer un estudio técnico para la implementación de una versión digital de la cédula de ciudadanía.²

A finales de 2020, la Registraduría, en la adición No 1. del Otrosí No.3 al contrato 002 de 2020, adicionó 16 mil millones de pesos colombianos para la producción de una nueva cédula digital y para la creación de una plataforma de autenticación facial para externos.⁴ Con esto, se creó una nueva cédula física impresa en policarbonato con especificaciones de seguridad y una versión digital por medio de una modificación a la aplicación de reimpresión de cédulas disponible para Android y IOS que autenticaba la identidad de la persona usando reconocimiento facial en el dispositivo.⁴

Además, la Registraduría generó una plataforma de autenticación facial con unos requisitos técnicos mínimos. Este sistema requiere el número de cédula de la persona y una cámara que extraiga los patrones faciales para que una institución externa verifique que el rostro que está siendo detectado corresponda a ese número de cédula. En este momento, no conocemos quiénes están haciendo uso de esta plataforma y cuáles son los requisitos para utilizarla.

En 2021, en el contrato 014 de 2021 entre la Registraduría Nacional e IDEMIA, la Registraduría volvió a contratar los servicios de mantenimiento, administración y modernización del SNI.⁵ En este contrato se informa que el sistema de identificación está compuesto por un “Sistema central para la validación automática de datos biográficos y biométricos (flujos de trabajo establecidos de 48.000 1:N por día en huellas y fotografías”.⁵ Por esto, se aduce que la Registraduría cuenta con un sistema de identificación facial (a través de una plantilla del rostro extraída de un video o una imagen para poder establecer la identidad legal de una persona). Además, como lo mostramos en otro artículo, la Policía Nacional nos confirmó que las entidades de policía judicial tienen acceso al sistema de identificación de la Registraduría desde 2020 ⁶.

Finalmente, en términos de gastos en el sistema, determinar el monto exacto del gasto hecho por la Registradurìa es difícil porque el cambio del sistema tomó cuatro contratos e incluyó otros servicios “fortalecimiento, mantenimiento y sostenibilidad” como la administración del sistema, la producción de cédulas y nuevas aplicaciones para el Sistema Nacional de Identidad. Igualmente, algo que resaltar es que el promedio de gastos en el SNI entre 2010 y 2017 fue de cerca de 35 mil millones de pesos, mientras que después de 2018 el promedio de los contratos es de más de 47 mil millones de pesos. Como podemos ver en la Figura 1, el valor de los contratos entre la Registraduría e IDEMIA ha subido conforme se insertan nuevas tecnologías en SNI, pues la multinacional francesa se encarga de todo lo relacionado con el sistema y cuenta con contratistas dentro de la entidad.

Figura 1: Valor de los contratos con IDEMIA anualmente entre 2010 y 2020. Fuente: Construido por los autores basados en los contratos suscritos entre la Registraduría Nacional del Estado Civil y la firma Idemia Identity & Security Sucursal Colombia hasta la vigencia de 2020 son: Contrato 074 de 2010, 258 de 2010, 141 de 2011, 091 de 2011, 009 de 2012, 151 de 2012, 068 de 2012, 102 de 2013, 250 de 2013, 013 de 2014, 120 de 2014, 015 de 2015, 092 de 2015, 003 de 2016, 076 de 2016, 006 de 2017, 012 de 2018, 018 de 2019, 002 de 2020.

En conclusión

La Registraduría administra el Sistema Nacional de Identidad con los registros biométricos de todas las personas mayores de 7 años. Este sistema se ha utilizado como un servicio para entidades públicas y privadas para verificar e identificar a las personas a cambio de una comisión (en el caso de los privados) y con acceso privilegiado para las fuerzas del Estado.

Desde 2018, la Registraduría, sin discusión democrática, instauró un sistema de reconocimiento facial en el SNI contratando a la Multinacional IDEMIA. Además, creó una plataforma para prestar servicios de autenticación e identificación para terceros.

No sabemos quiénes están utilizando la plataforma y quiénes tienen acceso privilegiado al sistema de reconocimiento facial de la Registraduría. Sin embargo, sabemos que el sistema permite procesar información de imágenes y videos para extraer los patrones únicos del rostro y buscar patrones faciales únicos en imágenes y videos.

Aún no resulta claro cuáles son las normatividades especiales que cobijarán el uso y la recolección de los datos faciales teniendo en cuenta que si bien son reconocidos como datos sensibles estos no son equivalentes a las huellas digitales u otro tipo de datos, y requieren una reglamentación específica.